BARCELONA TOCÓ FONDO Y ES ÚLTIMO
Barcelona volvió a perder 0-1 y en esta ocasión de la mano de Juan Manuel Llop, quien no tuvo el tiempo necesario para levantar el plantel ni anímicamente peor futbolísticamente. Es por eso que la derrota que le propinó Espoli fue el fiel reflejo de lo que pasa en el equipo amarillo.
Aquel resultado hizo que el ídolo ecuatoriano tocara fondo y hoy comparte la última casilla del tablero posicional de la mano con Técnico Universitario y solo los goles diferencias en contra del elenco ambateño lo separa del sótano.
El cotejo fue flojo en la primera etapa. Los dirigidos por Llop nunca se encontraron y deambularon por todo el terreno de juego sin crear y profundizar ante la disciplinada zaga policial. El cuadro de Paulo Masa fue muy respetuoso y poco atrevido como en otras ocasiones. Es por eso que los atacantes de la visita no convirtieron en la primera etapa cuando la oportunidad se le presentó.
El lateral zurdo Giovanny Nazareno tuvo que ser llevado a una casa asistencial al término de la primera etapa, debido a un choque que sufrió con su compañero Máximo Banguera. Nazareno resultó golpeado en una de sus costillas y estuvo sin respiración por varios segundos. De esa manera finalizó la primera etapa.
En la segunda parte del compromiso se pensaba que Barcelona adelantaría sus líneas pero no fue así. Por el contrario fue el rival que manejo al contragolpe el cotejo y logró su cometido.
En una jugada sin trascendencia, el juvenil Wilson Folleco rescató un balón cerca del banderín del corner. El ex Imbabura dio un pase comprometido a Fernando Hidalgo, quien pese a que se extremó, no alcanzó a retener el esférico y lo perdió, algo que fue aprovechado por Fabio Renato, quien de bolea derrotó a Máximo Banguera.
El estadio Monumental se silenció. En el ‘Coloso del Salado’ Solo se escuchaba el grito del delantero brasileño y de sus compañeros de equipo, los que hasta el momento estaban haciendo suyo dicho escenario deportivo.
Los canarios sintieron la conquista pero siguieron desordenados. Sin brújula y con poco oficio en el rectángulo de juego. Mike Rodríguez estaba perdido por completo en el campo. Román lució desconocido por completo. Al delantero Pablo Palacios las ganas le sobraron pero le faltó técnica y cabeza fría para llevar a sus compañeros hasta las goteras del arco defendido por Jacinto Espinoza.
Mientras aquello ocurría Espoli nuevamente tomó las riendas del partido y tuvo cinco minutos de esplendor y de esa forma desnudó nuevamente a la zaga amarilla que tuvo en Banguera al salvador de su equipo.
De nada sirvió el ingreso de Narciso Mina, quien no pudo suplir con creces su rendimiento. Carlos Hidalgo y Fernando Hidalgo fueron desordenados para defender y por ende apoyar a sus compañeros de equipo. Julio Angulo paso inadvertido durante su permanencia dentro del terreno de juego.
Al final otra decepción más para la fanaticada torera que desespera, grita y llora por que su equipo no da pie con bola en el actual torneo.
Materia difícil y complicada para el debutante estratega argentino que tendrá que remover todas sus pieza, trabajar sobre lo seguro y planificar una nueva estrategia que dé resultado, sea categórico en el juego y que el mismo tenga jerarquía ya que lo necesita de urgencia.
Un último lugar que no ayuda en nada. Ni con lo que representa Barcelona, ni con su historia ni con lo que se espera de un elenco ídolo que cada vez deja mucho que desear.
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